lunes, 28 de enero de 2008

Ruido...


Cuando logras apartarte de todo aquello que distrae tu mente. Cuando consigues aislarte, aunque sea por un instante. Cuando escuchas tus pensamientos. Entonces puedes decir que estás contigo mismo. Es difícil hoy en día lograr ese estado. Quizás es el tesoro al que todos tenemos acceso, sin embargo ignoramos.

Hoy me he dado la oportunidad de suprimir ese ruido. He reflexionado por primera vez en meses. Una agradable sorpresa. ¿El medio? la furia. Me he dado cuenta de que muchas cosas no son tan importantes como parecen. Estoy extrañando muchas cosas, otras no tanto. Tengo mucho y a la vez tengo poco. Todavía falta. Como de costumbre... siempre queremos más. Me falta algo intenso, algo completo. Algo que me haga vibrar en mi interior.

Es bien complejo lo que pido, mas no imposible. Los días pasan y cada mañana me veo diferente. Más viejo, cambiado, a lo mejor desmejorado. La vida a veces se te va de las manos. Siento que estoy viviendo muy a prisa. Creo que a todos en algún momento de nuestras vidas nos pasa. La rutina, lo cotidiano, lo superfluo nos abruma.

1 comentario:

Carlos Torres dijo...

No puedo sentirme mas identificado contigo, pues hace unos años pase por un periodo fuerte de esos...

Mi solucion fue simple: acercarme mas a Dios. Poder conocerle, a través de Jesus, siguiendo su ejemplo de vida, sencillamente me marco por completo y ese -no se que me falta- fue sustituido por una Paz, que lamentablemente solo es valorada y apreciada cuando nos falta...

Date un chance de acercarte al Jefe, directamente, a traves de alguien, a traves de una Iglesia/Comunidad (catolica, protestante, ecumenica) o como quieras...

Deja a un lado los paradigmas y presunciones -si los tienes- y no te arrepentiras.