martes, 26 de julio de 2005

Implosión mental...

Ahora, en estos momentos, en este singular instante, en esta fracción de hora que a duras penas agoto, me siento desganado, desinteresado y abrumado. No deseo estar aquí. Quiero estar en un lugar agradable, leyendo un buen libro, saboreando un buen trago exageradamente cargado de alcohol, que me permita ahuyentar la realidad y vivir un momento exquisito de soledad y enriquecimiento individual, lejos de la esclavitud que diariamente vivimos.

Un buen desahogo para el alma y la mente en esos momentos de implosión mental.