domingo, 6 de noviembre de 2005

Me escucho...

Aveces siento que me llevo la vida por delante. Creo que en alguna ocasión te he hecho daño. Pero la verdad, me he hecho daño a mí mismo. Tengo temor de olvidar tu rostro, de no sentir tu voz, de no escuchar tus besos, de no percatarme de tu olor en mi paladar, de no admirar tu pensar. No quiero un sabor distinto al amor.

Ayer entré a mi cuarto y percibí tu aroma. Inconfundible y estremecedor como siempre.

No hay comentarios.: