martes, 13 de septiembre de 2005

Martes placebo.


He estado un buen rato con varios compañeros de trabajo. Mientras ingeríamos algunas birras hablamos sobre diversos temas interesantes (lógicamente, no de trabajo). Instantes, ratos, pequeñas experiencias entre semana como la vivida hoy nos permiten un alivio a lo común. Nos dan la sensación de libertad, sólo por momentos. Sin embargo lo real vuelve a reclamar lo suyo, lo bohemio se aleja nuevamente. Bizarra, sencillamente bizarra ocasión. Quiero repetirte mil veces más.

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