sábado, 13 de agosto de 2005

Libertad condicional

Ayer era viernes 12 de agosto y salí en libertad condicional nuevamente. Aproveché el limitado tiempo que me concedió la sociedad para realizar algunas actividades que me gustan. Entre ellas el ir al gimnasio, de paso compartir con uno que otro amigo y pasar el momento de una manera sana.

Al caer la noche me encontré con un viejo amigo que cumplió años y pasé un rato agradable, pero aburrido. Agradable porque noté que mi amigo se sintió bien de verme en aquel pequeño lugar donde celebraba su cumpleaños, pero aburrido, porque no conocía a nadie y no tenía ganas de ser muy sociable. Luego recibí la llamada de otro amigo para que nos juntáramos y accedí. Quedamos en reunirnos en un colmado y yo llegué primero. Mientras esperaba decidí comprarme una birra de esas grandes y por supuesto "light" - Haciendo un comentario al margen sobre la expresión "ligth" recomiendo un libro llamado "el hombre light" del autor Enrique Rojas, que hace referencia a toda la vida sin esencia que hoy vivimos y que nos desvivimos por vivir esclavizándonos de tal manera que perdemos el sentido de lo que realmente imorta. Volviendo al punto original, mientras esperaba a aquel amigo con mi birra "light" en la mano, escuché varias conversaciones de algunos grupos circundantes (ya tenía par de birras y cuba libres abajo, lo cual agudiza el oído) y todo lo que hablaban era sobre trabajo (proyectos del trabajo, sobre el jefe, la colega, el obrero, el subalterno, entre otros temas...) y cuando lograban evadir el tema del trabajo, volvían y hablaban de trabajo. Entonces este es el momento cuando pienso, ¿por qué somos esclavos de esa condición social a la que le llamamos éxito? no es que no me interese el ser una persona adinerada y exitosa, simplemente no es mi razón de vivir. Si de mí dependiera, la sociedad fuera más simple e igualitaria, menos light, con más esencia de lo bueno. Apliquémosle lápiz a nuestras vidas: la mayoría de las empresas que nos contratan son explotadoras, es decir que tomando eso en consideración podemos tener una media estimada del tiempo diario que nos pasamos en el trabajo y así calcular el % de tu vida que actualmente le estás dedicando a tu trabajo, yo personalmente le dedico un 27% de mi vida al trabajo, otros el 50%. Pienso que es una aberración social lo que sucede, pero no importa cuántos de nosotros nos demos cuenta, la carrera por el éxito nos abruma y arropa desviando nuestra atención con nimiedades que carecen de sentido.

No es mi intención el desplegar todo un escrito retórico sobre el tema, simplemente es reflexionar sobre las 64 horas de libertad condicional (algunos sólo tienen 54 horas) que nos otorga la sociedad cada semana y recomendar que las aprovechen compartiendo con amigos, leyendo, escuchando buena música que deleiten sus sentidos y no malgastarlas hablando sobre el mismo tema por el cual les brindan esa patética libertad.

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